11 diciembre 2006

ACApulco bike parte 2

Después de dar todo para la subida a Cuernavaca, y darme cuenta que aun podía dar mucho mas todavía, seguí dándole hasta encontrar a las 5pm un pueblo llamado Puente Ixtla, donde pasé la primer noche. Revisé la bici, tuve que cambiar una llanta pero por suerte en el cuarto de un hotel bastante austero, y luego decidí dormir sin poner despertador para reponerme bien. Sin embargo eso no fue muy positivo, ya que mi cuerpo se tomó hasta las 10 am del otro día.




Ahora si DIA DOS

Viendo que era tan tarde, me levanté y salí rapidisimo a seguir. Recorrí los 5km para volver a la autopista a las 12pm aprox. Faltaban casi 120km para Chilpancingo, el siguiente punto para pasar la noche. Por error pasé muchisimo tiempo en la subida caminando, pues se me complicó. En esos momentos llegué a pensar en dar vuelta en U, porque faltaba mucho y no se veía fin a las subidas, el sol era una tortura, y se terminó mi dotación de agua a las 3pm. Hice muchísimos descansos porque la subida me costó mucho trabajo, también caminé bastante porque no aguantaba mucho pedaleo en las subidas. Creo que pedaleaba 30 minutos, caminaba 15min y descansaba otros 15. Así me la pasé hasta las 7pm cuando atardeció y por fin bajó el calor, y encontré tramos mas planos. Pedaleé hasta las 10pm cuando el camino tenía algunas bajadas y pasaban pocos autos, por lo que podía ir por el primer carril cuando iba a oscuras, y me orillaba cuando veía luces por el espejo. Hubo momentos en los que por 5 minutos no pasaban autos y era solo la poca luz de la luna la que me libraba de algunos baches. Sin embargo a pesar de apurarme, aun faltaban 45km para chilpancingo. Ya de noche, caminando otra subida y sufriendo mucha sed, encontré un tramo en reparación donde (para no hacerla muy larga) un par de trabajadores me ofrecieron pasar la noche ahí. ME SENTÍ TAN AFORTUNADO!!! No podía creerlo. Me invitaron a dormir en medio de la carretera, arriba de la caja de un camión de volteo. Los chavos me ofrecieron un cartón y una cobija, los cuales me sirvieron para pasar una de las noches mas maravillosas de mi vida, pues la luna se fue agrandando y abrillantando por ahí de la media noche. Espectacular panorama, creí que no podía pasar nada mejor, cuando por ahí de las 12:30 vi estrellas fugaces.

La bici durmió junto a los camiones, muy segura y tranquila. Yo arriba del camión me comí la última lata de atún y pasé una noche inolvidable. Lástima que mi camarita no puede tomar fotos de noche.

En la primer foto se ve uno de tantos puentes que pasé, y en la segunda, es un pequeño descanso donde los dos estamos tiradotes.